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Con la insenzatez de un pequeño niño llegas desde tu casa a preguntarme si realmente te amo, como cualquier pregunta que le hicieras a otra persona , me miras directamente a los ojos y solo lo escupes: "me amas?"; sorprendida ante tu forma de ser, no se que decir, te observo, tus ojos grandes y redondos mirándome, tus labios semiabiertos y tu nariz respirando agitadamente, tu cabello desenfadado y hacia todos lados me observan... transcurre el tiempo lento, como si no hubiera el tiempo mismo; caigo en cuenta de lo que me has preguntado y abro la boca para darte una respuesta, en eso un impulso tentativo que invade mi cuerpo se lanza sobre ti y te muerde los labios, primero el inferior despacio con suaves lamidas, después seguirá el superior tratando de recorrerlo con mi húmeda lengua y tú con tus ojos cerrados, con tu estática que significan para mí que te sorprendí, cierro mis ojos y me dejo llevar por el momento..
